IS I MAGEN. Beatriz Montes. 18/11/21-12/12/21
El título de este proyecto, IS I MAGEN, es una expresión coloquial noruega cuya traducción literal es “HIELO EN EL ESTÓMAGO” pero que se utiliza para decir “TÓMATELO CON CALMA”.
En esta muestra se recogen imágenes de varias estancias en ese maravilloso país, siempre en invierno, en una zona cercana al círculo polar (paralelo 66º 33′ 46” N) y alejada de las sureñas ciudades de Oslo o Bergen y de las norteñas islas Lofoten. Es aquí, en estos parajes de la Noruega central, donde conoces realmente su carácter, su fortaleza y su vida sin prisas.
Beatriz Montes es una fotógrafa asturiana nacida en Gijón en 1964. Su trayectoria laboral siempre ha estado vinculada a la música clásica, desde que en 1990 se hiciese cargo del proyecto “Virtuosos de Moscú”, de la Fundación Príncipe de Asturias: un ambicioso proyecto que trajo a España a esa prestigiosa orquesta de cámara dirigida por Vladimir Spivakov. Tras 16 años en la gerencia de la orquesta, creó la Fundación Magistralia junto con Emilio Aragón para promocionar la música clásica entre la infancia y la juventud, hasta su cierre definitivo en 2014.
«La fotografía siempre había estado ahí, agazapada entre las instantáneas de mis viajes por todo el mundo con la orquesta, vacaciones o celebraciones. Ir a recoger las fotos reveladas era un momento mágico, no sólo porque me devolvían durante unos minutos al lugar pasado que había sido motivo de júbilo, sino también porque entre ellas aparecía aquella otra, diferente, de aquel reflejo o aquel detalle que había captado mi atención y que ya había olvidado.
La fotografía también estaba agazapada entre los libros de viajes de la estantería, esperando el momento de saltar a la mochila y escapar conmigo a lugares cercanos o lejanos, con la ilusión de quien desea romper con la rutina y entrar en el placentero anonimato de un destierro voluntario.
Pero tras el cierre de la fundación, la fotografía decidió salir del armario para evitar que las circunstancias menoscabasen mi autoestima. Se convirtió en mi bastón y en mi bastión. Usando el estilo de Escarlata O’Hara: “No me volvería a caer ni me volverían a herir”».
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